Durante la vejez, las relaciones afectivas, familiares y personales adquieren una relevancia aún mayor. En esta etapa de la vida, es común que muchas de las actividades que antes facilitaban el contacto social (como el trabajo) ya no se realizan, lo que puede dar paso al aislamiento. Por eso, construir lazos afectivos basados en el amor mayor resulta profundamente beneficioso, ya sea en pareja, con amistades o incluso dentro de residencias geriátricas, ya que estas conexiones fortalecen el envejecimiento activo.
Beneficios de tener relaciones sanas en la vejez
Bienestar emocional y físico : las relaciones sociales y afectivas son fundamentales para la salud integral de las personas mayores. El acompañamiento, la cercanía y el afecto reducen el riesgo de depresión, ansiedad y otros trastornos emocionales, mejorando además la salud física.
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Sentido de pertenencia y propósito: contar con vínculos estrechos, ya sea con familia, amistades o comunidad, brinda un fuerte sentido de pertenencia y propósito. Esta conexión con el entorno favorece una visión más positiva de la vida.
Envejecimiento activo: las relaciones sociales estimulan la participación y el movimiento, pilares clave de un envejecimiento activo, dinámico y saludable.
Prevención del aislamiento: la soledad puede afectar profundamente el bienestar físico y emocional. El amor mayor, expresado en todas sus formas, actúa como una barrera frente al aislamiento, manteniendo a los adultos mayores activos y conectados.
Adaptación a los cambios : los cambios físicos y emocionales que llegan con la edad pueden afectar la manera de relacionarse. Sin embargo, contar con vínculos afectivos sólidos facilitará la adaptación y mejora la calidad de vida.
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Relaciones de pareja en la vejez
Existe un tipo de relación que a menudo se silencia en la vejez, ya sea por tabú o prejuicio: las relaciones de pareja.
Es importante recordar que la sexualidad y la intimidad siguen teniendo un papel vital durante esta etapa. Aceptar y comprender los cambios del cuerpo, como la disminución del deseo, la energía o la fertilidad, permite vivir una vida amorosa saludable, respetuosa y placentera.
Estudios han demostrado que las personas mayores que disfrutan de una vida afectiva activa y plena presentan mejores indicadores de salud física y mental, además de una mayor satisfacción con su calidad de vida, sin importar sus condiciones de salud preexistentes.
También se ha observado que quienes mantienen relaciones significativas, ya sean de amistad o de pareja, tienen una mejor percepción de su cuerpo, mayor autoestima y bienestar general. Incluso quienes continúan teniendo una vida sexual activa tienden a sentirse más satisfechos con su imagen y más conectados consigo mismos.
Amor mayor, un vínculo que evoluciona
Las relaciones humanas evolucionan con el paso del tiempo, y con ellas también el modo de amar. En la vejez, el amor mayor se convierte en una forma profunda, genuina y transformada de conexión, que no solo es posible, sino también natural. Llegar a esta etapa de la vida no significa renunciar al afecto, la intimidad o la compañía: al contrario, es un momento donde estos lazos pueden adquirir un significado más auténtico y enriquecedor.
Fuentes:
Relaciones sexuales de personas mayores: consejos para hombres mayores | Clínica Mayo, 2025
Amor y sexualidad en adulto mayor | Mapafre, 2021