Desde hace décadas, los productos de cuidado facial incluyen un segmento inamovible: el anti aging o anti age. Se trata de fórmulas creadas para reducir arrugas, líneas de expresión y cualquier otro rasgo que evidencie el paso del tiempo en la piel. No está mal querer suavizar ciertas características del rostro; lo cuestionable es asociarlas a la vejez como algo negativo o poco atractivo.
El mercado anti aging en belleza, que abarca cosmética, cuidado capilar y suplementos, entre otros, alcanzó en 2023 cerca de 47 mil millones de dólares y podría superar los 80 mil millones a inicios de la próxima década. Es uno de los segmentos más rentables, pues ofrece soluciones para un proceso natural: el envejecimiento. Aun así, todos seguimos envejeciendo. Incluso ya se habla de medicina antienvejecimiento y han surgido tratamientos y masajes faciales que prometen revertir los signos de la edad.
Ante este panorama, ha emergido un movimiento pro aging que también se interesa por la piel, pero con un enfoque distinto: no busca borrar arrugas ni líneas de expresión, sino mantener la piel madura saludable, protegida y en armonía con su edad. Alrededor de esta visión han nacido marcas que promueven un concepto más real y respetuoso con el paso del tiempo.
El pro aging no es una moda pasajera, sino un cambio de paradigma en la industria de la belleza. Frente al enfoque tradicional del anti aging, esta corriente propone aceptar la edad como parte natural y valiosa de la vida. Más que detener el reloj, invita a reconocer la experiencia y la sabiduría que llegan con los años.
Pro aging, más allá del cuidado de la piel
El pro aging no se limita al uso de productos dermocosméticos. Este enfoque propone un cuidado integral que abarca tanto lo físico como lo emocional. Se trata, en primer lugar, de aceptar el envejecimiento como un proceso natural e inevitable, entendiendo que las marcas de la edad forman parte de la historia personal y reflejan experiencias vividas.
El cuidado va más allá de lo estético. Incluya hábitos saludables como una alimentación balanceada, una adecuada hidratación, la práctica regular de ejercicio y un buen descanso, factores que contribuyen al bienestar general y a la vitalidad.
En cuanto a la piel, la propuesta no busca ocultar la edad, sino mantenerla saludable con ingredientes que nutran y protejan, pero de manera comprobada por la ciencia.
El pro aging también implica cultivar una actitud positiva hacia el paso del tiempo. La confianza y la seguridad en cada etapa de la vida fortalecen el bienestar emocional y permiten potenciar la belleza de manera auténtica, respetando las características únicas de cada persona.
En conclusión, aunque el mercado anti aging sigue creciendo y marcando tendencia, el pro aging ofrece una visión más consciente y equilibrada: cuidar la piel, la mente y el cuerpo desde la aceptación y no desde la lucha contra el tiempo.
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Fuentes:
Why Pro-Aging Is the New Anti-Aging, According to Skincare Experts | Real Simple, 2025
How The Pro-Aging Movement Is Changing The Beauty Industry | The Good trade, 2025