La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento activo o saludable como un proceso continuo que busca optimizar las oportunidades para mantener y mejorar la salud física y mental, la independencia y la calidad de vida a lo largo de toda la vida. En este contexto, la OMS ha establecido una serie de medidas para promover el envejecimiento activo, teniendo en cuenta, los datos que muestran que para el 2030, 1 de cada 6 personas en Latinoamérica tendrá 60 años o más.
Bajo esta premisa, la OMS estableció la década del envejecimiento saludable, que abarca desde el 2021 hasta el 2030, como un período dedicado a promover políticas y acciones que favorezcan este objetivo.
Panorama nacional del envejecimiento activo
Aunque la Ley 2055 de 2020 en Colombia establece el derecho a la vida y dignidad en la vejez, desde su promulgación se evidencia una falta de avances significativos en la emisión de decretos y resoluciones que la reglamenten, lo que podría indicar que el país no está cumpliendo con los objetivos propuestos por la OMS.
Según un estudio publicado por el Instituto de Envejecimiento de la Pontificia Universidad Javeriana, el Hospital Universitario San Ignacio y la organización HelpAge International en 2021, el 24 % de los adultos mayores de 60 años se encontraba en situación de pobreza monetaria, mientras que el 45 % se consideraba pobre y solo el 25 % estaba pensionado. De hecho el porcentaje de personas pensionadas disminuye con los años, como se evidencia a continuación:
Estos datos son preocupantes, especialmente si se considera que, según el DANE en Colombia, los adultos mayores actualmente representan el 14 % de la población total y se proyecta que para 2070 esta cifra aumentará al 32 %. Además, se prevé que entre 2039 y 2041, las personas de cero a 14 años serán superadas en número por las mayores de 60 años, lo que indica una inversión acelerada en la pirámide poblacional colombiana en comparación con otros países.
En este contexto, es urgente que las entidades gubernamentales adopten políticas encaminadas a promover el envejecimiento activo. Sin embargo, también es importante destacar el papel crucial de la sociedad civil, ya que las acciones individuales durante la juventud tienen un impacto directo en la calidad de vida en la vejez. Por lo tanto, es esencial fomentar hábitos saludables, como mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, asistir a chequeos médicos periódicos y evitar el consumo excesivo de tabaco y alcohol.
El camino para impulsar el envejecimiento activo
De acuerdo con la OMS para lograr el objetivo del envejecimiento activo, es esencial:
- Promover políticas públicas que aborden la salud durante la vejez.
- Crear entornos acogedores para todas las personas mayores.
- Adaptar los sistemas de salud a las necesidades de este grupo demográfico.
- Establecer sistemas de atención a largo plazo.
- Mejorar la investigación y la recopilación de datos sobre el envejecimiento.
De hecho, un estudio sobre bienestar en la vejez, llevado a cabo por la Universidad Autónoma de Nuevo León resalta que los adultos mayores que viven en compañía experimentan más satisfacción y tienen vidas sociales más ricas, lo que se traduce en una percepción más elevada de su propia felicidad. En contraposición, aquellos adultos mayores con vidas sociales menos activas y con escasa o nula compañía de amigos y familiares tienen una mayor probabilidad de desarrollar diversos problemas de salud. Por lo tanto, es crucial promover la interacción y compañía entre los adultos mayores.