La economía del cuidado se refiere a una propuesta que busca reconocer el trabajo de cuidado que se brinda en los hogares y que, en la mayoría de los casos, no es remunerado. Este cuidado suele estar dirigido a niños, personas mayores o con discapacidad, quienes son generalmente sujetos de atención constante.
Según el Foro Económico Mundial, si se compensara el trabajo de cuidado no remunerado, equivaldría al 9 % del PIB global, es decir, cerca de $11 billones de dólares. Esta cifra evidencia la urgencia de priorizar e incluir la economía del cuidado en las agendas macroeconómicas, políticas y culturales.
En América Latina, este trabajo representaría entre el 15,7 % y el 24,2 % del PIB regional, superando a la mayoría de las industrias individuales como motor económico.
Sin embargo, el sector formal del cuidado es limitado en toda la región y suele restringirse a servicios como el de enfermeras particulares. En contraste, el sector informal es mucho más amplio y recae, principalmente, en las mujeres, quienes suelen abandonar sus empleos para cuidar a familiares que lo requieren, ya sean niños o personas mayores.
En décadas anteriores, era común que las mujeres dejaran sus trabajos para cuidar a sus hijos. Sin embargo, con la disminución de la fertilidad y el aumento de la longevidad, cada vez más adultos mayores son los que requieren cuidados y servicios especializados.
Economía del cuidado enfocado en personas mayores
Según datos del Ministerio de Igualdad y Equidad de Colombia, entre 2020 y 2021, alrededor de 32,2 millones de personas realizaron trabajo de cuidado no remunerado, de las cuales más del 60 % eran mujeres.
Esta misma fuente señala que cerca de 16 millones de personas en el país requieren cuidados o apoyos diariamente, entre ellas 4 millones de personas mayores. A ello se suma que aproximadamente el 18,7 % de las personas mayores en Colombia viven con alguna discapacidad, y un 19 % de los mayores de 60 años residen solos.
Sin embargo, las personas mayores no solo son receptoras de cuidados, también cumplen funciones de cuidadores. De acuerdo con el Centro de Estudios Voz Mayor, el 19 % de las personas de 60 años o más actúan como cuidadores, principalmente de nietos e hijos.
En este contexto, la Alcaldía de Bogotá informó que en el año 2024 un total de 114.599 personas mayores de 60 años recibieron atención integral a través de los diferentes servicios y modalidades ofrecidos por la Subdirección para la Vejez.
Los datos evidencian que el trabajo de cuidado, especialmente el no remunerado, recae en gran medida sobre las mujeres, y que las personas mayores desempeñan un doble rol: como quienes necesitan apoyo y como figuras activas en la red de cuidados familiares. Este panorama resalta la importancia de implementar políticas públicas que reconozcan, valoren y fortalezcan los sistemas de cuidado, garantizando la dignidad y calidad de vida tanto de quienes cuidan como de quienes son cuidados.